Esto le pagaron a Nelson Bonilla por marcar goles en Europa

Nelson Bonilla, el destacado delantero salvadoreño, compartió su experiencia europea en una amena conversación con un canal de YouTube . El futbolista, conocido por su paso por el FC Viitorul Constanta en la primera división de Rumania, reveló algunos detalles fascinantes de su travesía en el extranjero.

Cuando llegó al FC Viitorul en 2014, Bonilla se enfrentó a una prueba de 90 días para asegurar su lugar en el equipo. A pesar de la competencia con dos jugadores brasileños, el atacante salvadoreño impresionó a los entrenadores. Su estilo de juego, que en ese momento consistía en intentar regatear a todos, fue refinado por el legendario entrenador rumano, Gheorge Hagi.

Hagi, quien es una figura icónica en el fútbol rumano, ayudó a moldear el juego de Bonilla. Le enseñó los movimientos clave que un delantero debe dominar tanto con como sin el balón. Esta tutela resultó crucial, ya que Bonilla comenzó a marcar goles y a ganarse un lugar en el equipo.

Durante su tiempo en Europa, Bonilla experimentó un cambio físico impresionante y adoptó una ética de trabajo incansable. Llegaba al gimnasio dos horas antes del entrenamiento matutino, lo que demuestra su dedicación para mejorar.

Uno de los aspectos curiosos que compartió Bonilla fue su primer premio económico. Ganar su primer partido en Rumania le valió la sorprendente cantidad de 500 euros (aproximadamente 539.88 dólares). Sin embargo, descubrió que esta cifra variaba según el rival derrotado. Enfrentar a equipos grandes resultaba en una recompensa mayor, mientras que vencer a equipos más pequeños reducía la cifra.

El delantero señaló que ganar a equipos considerados "chicos" representaba un premio de 323 dólares, pero vencer al Dinamo Bucarest, un club despreciado por Hagi, podía significar un impresionante premio de 1,079 dólares.

Bonigol siguió su camino en el fútbol asiático

A pesar de esta emocionante experiencia en Europa, Bonilla no renovó su contrato por inexperiencia y otras razones, pero su tiempo en Rumania dejó una marca indeleble en su carrera.